El camino de Sananción

El camino a la sanación: testimonio de Alex Kroll 

Las crisis existenciales son un proceso por el que muchas personas pasan a lo largo de su vida y que pueden suponer un gran cambio para las mismas, además de un reto importante.

Esto mismo es lo que he querido plasmar en este texto: cómo superar las crisis existenciales, pero todo ello desde mi camino de sanación emocional, mental y espiritual. Un camino que me ayudó a llevar a cabo un proceso de autocuración de la mente que ha hecho que comprenda mejor todas las facetas que conforman mi ser y cómo gestionar el dolor.

Todo ello de la mano de mi querido amigo Rubén Jiménez, que fue quien me realizó esta entrevista. Quédate conmigo para descubrir cómo puedes activar tu don de sanación y cómo fue mi proceso de sanación.

Álex, ¿Qué te hizo buscar una solución a todo lo que te ocurría en tu vida? ¿Por qué te diste cuenta de que ésta no se encontraba fuera sino dentro de ti?

Lo cierto es que todo comenzó en la pubertad, una época en la cual comencé a experimentar dolores crónicos muy intensos en la parte lumbar junto con migrañas. En esa época yo no sabía qué eran los dolores psicosomáticos, sino que confiaba en los médicos y acudía a ellos.

También aparecieron problemas en la piel como el acné, la dermatitis, las psoriasis. Problemas que hacían que no me sintiera bien con mi cuerpo y que, pese a tratar de curar con pastillas y cremas, no logré solucionar nunca.

Todo esto me llevó a tener una crisis existencial con 30 años, la cual terminó derivando en el consumo de ciertas sustancias que no eran buenas para mi salud. Hasta que, un día, perdí completamente la consciencia. Ese fue el punto de inflexión que me hizo decir basta y dejar de lado todo aquello que me rodeaba y no era bueno para mí como amigos, pareja, etc.

Fue entonces cuando un amigo me habló de la meditación y me empecé a interesar por ella, a querer conocer un poco más sobre todo esto. Además, en este momento otro amigo me habló de un curso de meditación de 10 días de budismo y ese fue el despertar profundo que me llevó a ver que tenía que buscar dentro de mí para resolver mis problemas y no fuera.

Realmente ese curso fue el inicio de todo, ya me llevó a entender que en el interior hay mucha riqueza profunda, cierta labor de sabiduría y mucho más por indagar.

¿Crees que las adicciones, la noche y todas esas cosas fueran un intento de sentirte mejor?

Probablemente. Lo cierto es que la situación en mi casa no era buena porque mi padre era violento y, con solo 12 años, yo ya quería irme de casa con otra familia. De hecho, esta fue la época en la cual comenzaron mis problemas de piel.

Con 15 años decidí finalmente irme de mi casa y con 23 abandoné Alemania porque ya no me sentía bien allí. Encontré otros países en los cuales me sentía mejor, como Italia y España, porque en ambos se daban abrazos, había más calidez entre las personas y yo me sentía mucho más a gusto.

Pero decidí mudarme a Ibiza, un lugar en el cual abundaba el mundo de la noche, con sustancias como el éxtasis, el MDMA… Las cuales te transportaban a un mundo de felicidad en el que todos los problemas desaparecían y claro, yo quería mantener esa sensación.

Sin embargo, debemos tener claro que la sensación que provocan esas sustancias solamente dura unas horas y que, para que permanezca en el tiempo, es importante realizar nuestro propio camino de sanación.

¿Qué es lo que te hizo decir que sí, cuando te dijeron de probar cosas como la meditación o este tipo de retiros?

Tras la crisis yo ya tenía claro que quería cambiar mi vida y fue en esos 10 días del primer curso de meditación cuando realmente comencé a maravillarme al reconocer la profunda fuente interior de belleza que existe.

Dije: “¡Wow! Todo esto es posible”. Entonces comenzó mi viaje hacia la meditación porque sabía que, cuanto más pudiese entrar en el interior, más podía aprender, sentir o resolver problemas.

Más tarde, en el año 2006, encontré una metodología que usaba la meditación para sanar esas enfermedades psicosomáticas o todos los traumas. Yo ni siquiera sabía que tenía tantos traumas, pero lo descubrí rápidamente y decidí ahondar en mi interior para conocerme mejor.

Entonces, ¿fue la curiosidad la que te hizo probar estos 10 días de meditación?

Sí. Comencé a probar el yoga y la meditación, iba unas dos horas de media y sentía que me hacía bien, que me estaba abriendo a nueva gente que estaba más en el mundo de la terapia alternativa y de la meditación.
Y, al relacionarme con esta gente, me llegaban cosas en referencia a otros cursos de meditación y por eso hice este curso de 10 días.

¿Crees que hay personas que a lo mejor saben que no hay algo en su vida que no está funcionando, pero no encuentran la herramienta o esa transición?

Claro, ahí está el gran misterio. Por eso es importante abrirte a conocer a gente nueva o métodos nuevos, porque cada persona que encontramos puede tener un nuevo mensaje o un nuevo camino.

Por eso la vida es mágica, porque hay muchos mensajes que pasan desapercibidos y, cuando uno es más experto, se entiende todo mejor. Y todos estos mensajes, estos traumas e incluso la infelicidad son la mayor fuerza para buscar la solución. Pero claro, cómo nos han educado, nuestra sociedad, recurrir a la medicación para solucionar todo suele hacer que no busquemos en lo profundo de nuestro ser.

¿Puedes contarnos cómo fue fluyendo tu camino?

Al principio comencé con el budismo y tuve experiencias profundas. Por ejemplo, durante una experiencia en la cual estaba centrado en la respiración, vi instrumentos musicales dentro de mí.

Luego me fui a la India porque quería ir a la base de esta enseñanza (el yoga y la meditación). Fue un viaje de 6 meses en bicicleta por pueblos del interior y ahí pasé por distintos centros, haciendo distintas prácticas y aprendiendo todo sobre el yoga. Porque el yoga no solo son posturas (asanas) sino también mucha meditación, mucho canto, muchas enseñanzas de escrituras sagradas, etc. Ahí empezó todo mi viaje hacia el interior.

¿De ese viaje se han quedado herramientas que luego te has llevado?

Sí, he sacado muchas cosas de India. Sobre todo, las estrategias de respiración profunda. Cuando estuve allí salía todas las mañanas fuera y estaba durante una hora solamente respirando.

Era como una energía, como perder la noción del tiempo, entrar en un espacio cósmico donde tú te conviertes en aire, donde todo el cosmos se expande y se contrae. Para mí eso es como un reconocimiento más profundo de una esencia más pura, como una sabiduría. Y sabía que esto debía mantenerlo en mis prácticas del día a día.

Por eso me gusta hacer cursos intensos de 2 o 3 meses porque de esta forma estas todo el día con prácticas y cuando sales del curso ya lo tienes integrado de manera natural.

¿Hay alguna técnica de respiración que hagas a diario o alguna meditación concreta?

Sí, en el hatha yoga se meditaba ya con el tercer ojo y con los sonidos interiores, con colores y movimientos. Porque el tercer ojo no es solo como una visión, sino como un conocimiento y hay distintos flujos de energías que te llevan hacia el interior, es como una corriente que te lleva a estados más profundos de conciencia.

Y suelo practicar estos ejercicios, colocándome sentado con un cojín debajo del trasero para colocar las rodillas y sentir que hay un cierto movimiento, el cual a veces llevas hacia delante o hacia atrás. Conocer este movimiento o lo que llamamos cualidades que pueden ser sonido, colores, etc. las cuales nos permiten fluir.

¿Puedes contarme en que consiste la terapia del tercer ojo?

Por una parte, es ir a la profundidad, pero cuando entramos ahí dentro no hay razonamiento, por lo que es más un sentir, un fluir. Pero claro, esto también viene con unas experiencias previas, con un dolor, con una energía, etc.

No obstante, debemos tener en cuenta que en el interior no está todo lo malo. Es cierto que ahondamos en el dolor, pero también se abren otros espacios para encontrar tu esencia y saber cuál es realmente tu poder. Y al reconectar con tus fuerzas, puedes crecer más y conectar con toda esa parte interior tuya.

Entonces, ¿por medio de ir deshaciendo estos nudos o corazas vas teniendo cada vez más energía?

Sí, de esa forma puedes aumentar el voltaje de tu energía y de la conciencia. Todo este voltaje es como una explosión, incluso con fuego, pero es algo que no puedes conseguir con una mente ordinaria.

Además, debes ser consciente de que estas intensidades realmente vienen para fortalecerte y demostrarte que tú eres mucho más.

¿Recuerdas alguna experiencia que te ayudase a desbloquear algo en concreto?

Sí, un montón. Una vez sentí que había fuegos que atravesaban mi cuerpo, 4 horas más tarde tenía fiebre y una inflamación de piel. Con esta experiencia entendí que estaba entrando en capas tan profundas para liberar algo.

Pero después de esas 10 semanas el fuego bajó y dejé de tener psoriasis, una enfermedad que había padecido durante 27 años. Porque el origen de esa ese problema de mi piel estaba es que el fuego estaba bloqueado, no funcionaba y creaba diferentes síntomas psicosomáticos.

Otra experiencia fue convertirme en una serpiente, la cual se abría y tenía dentro un diamante en la cual había una visión del cosmos. Al sentir la nobleza de esa serpiente también reconectó con una parte mía espiritual que es más noble, que sabe de esa nobleza, pero también de la magnitud y la belleza. Era un sentir del amor y de mucha pureza.

Retomando tu viaje por distintos países, ¿de Brasil también sacaste ciertas herramientas que te sirvieron?

Sí, allí trabajé produciendo ayahuasca y tuve dos experiencias muy profundas.

Un día estaba lavando una liana de ayahuasca en un riachuelo y me paré un momento mirando mi mano. Entonces me di cuenta de que de no había diferencia entre mi mano y el aire, que era todo uno.

La otra fue una semana después de comenzar a tomarla, un momento en el que tuve fiebre y estaba tumbado. Entonces se abrió mi tercer ojo y me vi de pequeño con 3 años de edad en el hospital, abandonado, solo… Era una experiencia que tenía totalmente olvidada y que me enseñó a ver que había traumas internos.

En Brasil aprendí a llegar a este camino interno, pero usando sustancias y luego descubrí que se podía hacer sin ellas.

¿Entonces recomendarías más un camino de la meditación interna y sin el uso de estas sustancias?

Sí, por supuesto. He probado diversas sustancias naturales cuyo consumo no es peligroso, pero para sanar, no es necesario utilizarlas. Podemos tener experiencias en nuestro interior siguiendo otros caminos.

¿Dirías que esto es válido para cualquier persona o no?

Ahí entramos en el misterio de la vida. Porque yo he trabajado con cientos de personas y ahí algunas que aman este trabajo, pero hay otras que no quieren aplicarlo porque prefieren las soluciones rápidas. Que es algo a la cual nos educa también nuestra sociedad.

Pero debemos saber que entrar en el interior no es solamente dolor, sino que también hay mucha belleza. Algunas personas lo entienden y quieren hacerlo, pero otras no.

Lo importante es confiar no en lo que dicen los demás, sino en tu propia experiencia. Por eso mi experiencia como profesional es la de sostenerte para el dolor, pero también para esa parte positiva que te va a llenar.

Cambiando de tercio, ¿podrías explicarme tu experiencia con los ayunos?

Sí, a mí siempre me han encantado los ayunos. He hecho varios y ha sido toda una experiencia. Por ejemplo, estuve en un retiro en el que estabas 4 días sin tomar nada y vi la calma y serenidad que respiraban las personas que estaban allí.

Fue toda una experiencia. Tenía tiempo para meditar y venían animales a visitarme, me encantó. Ahí fue cuando me di cuenta de que el problema no era no comer, era no beber, así que aprendí la importancia de agradecer a la tierra.

¿Cuál dirías que es el cambio más grande que has sentido con los ayunos?

Lo más profundo es ver que mi cuerpo es un templo y que hay que cuidar lo que ponemos ahí dentro. Hay que agradecer la comida, incluso agradecer la respiración.

Lo que la tierra nos da es un regalo y también agradecer todo alrededor. Esto es algo que los ayunos te hacen ver y que, sin este tipo de experiencia, no podría haber sentido nunca.

Algo para finalizar

Como ves, este artículo te explica mi experiencia en distintos ámbitos como la meditación, el ayuno o el uso de ciertas sustancias con el objetivo de conocerme mejor. No obstante, si prefieres verlo en vídeo, aquí te dejo el enlace.

En cualquier caso, espero que este contenido te haya ayudado a entender un poco mejor por qué es importante que cada uno iniciemos nuestro propio camino del héroe y también a saber cómo puede ayudarte la meditación del tercer ojo.

Nos vemos próximamente y, si tienes cualquier cuestión que quieras plantearme, no dudes en ponerte en contacto conmigo.

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